Remolinos
viernes, 28 de noviembre de 2014
IV
Ése era el asidero, ese madero flotante al que se agarraba en medio de aquel océano azul oscuro, agitado y bamboleante, dentro de la noche perpetua, sin fin…
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario