Mi
mente bulle y soy feliz, acuden a ella todos los cómics, dibujos y lecturas
relacionadas con lo gótico y el terror, esas atmósferas lóbregas, cultas,
elegantes, artísticas en las que puedo expandirla y desarrollar mis sentidos.
Acaba
de llegar Tenser maullando y, como todas las noches, se acuesta a mi lado
ronroneando para dormir, ataca una vez mi bolígrafo sigue observando mientras, somnoliento, se
sumerge en un sueño lleno de misterios y secretos que, quizás, nunca lleguemos
a conocer ni comprender.
Ahora
se coge a mi brazo, después de otros tres fallidos intentos de atacar mi
bolígrafo, ya parece que se calma. En la calle está la gente divirtiéndose,
perros ladrando y el mar poniendo la banda sonora que consigue centrarme en mis
pensamientos, mecerme mientras me aíslo en mi reducto de luz amarilla, en mi
luz dentro de la oscuridad, en mi cuadrado cada día más acogedor.